El anillamiento de aves es una herramienta para su estudio, mediante su captura incruenta y posterior suelta. Durante el manejo de éstas se toman una serie de datos, referentes a la edad y el sexo, medidas, peso, estado físico del ave, etc. Todo ésto sirve para un mejor conocimiento de las especies y por consiguiente se obtienen los fundamentos necesarios para su protección. La labor del anillamiento científico sólo puede ser realizada por personas suficientemente cualificadas y autorizadas legalmente.



sábado, 6 de febrero de 2016

LOS COLORES DE BENGALA

La región de Bengala, o Bengalí, queda localizada en un amplio golfo (el de Bengala) flanqueado por varios países como Tailandia o la India. En esta región existen varias y muy variopintas especies de aves, muchas de ellas difícilmente observables en nuestro Paleártico Occidental. Sin embargo, y aunque sigamos sin tener playa en Madrid, sí tenemos un trozo de esta región tropical. Un trozo, del tamaño de un mosquitero, que ha adoptado el nombre de su región de origen y nos ha traído un poco de color de este vasto territorio: el bengalí rojo.

Quizá la primera imagen que tiene la gente (ornitóloga y no ornitóloga) sobre esta especie, es la de un ave de jaula. Cierto, pero no del todo. Actualmente esta especie no se comercializa, pero sí es posible verla en determinados lugares del centro y sur de la Península Ibérica de manera silvestre. Nosotros trabajamos con esta estrilda (que es el nombre que reciben los de su familia) desde hace unos años, y en esta entrada vamos a mostrar un poco por encima las libreas que presenta esta especie a lo largo del año, y que puedan permitir distinguir los distintos plumajes tanto en campo como en mano.

Joven
Aquí un joven capturado en octubre. Debido a que esta especie cría tarde respecto a nuestras aves autóctonas, los primeros pollos empiezan a verse a partir de agosto, más o menos. En plumaje juvenil la especie muestra un color bastante homogéneo en el que destacan unas bandas de color crema en las cobertoras medianas y mayores, y en las terciarias, así como en las rectrices más externas. El color del pico es negro en su totalidad.


Plumaje de primer invierno
Realmente este plumaje no existe como tal en esta especie, o no de la manera que lo entendemos para las especies paleárticas. Sin embargo a esta “edad”, o mejor dicho, plumaje, la especie presenta algunas plumas mudadas en diversas regiones del cuerpo. Estas zonas de plumas mudadas generalmente suelen estar en las supracobertoras caudales u otras regiones corporales, pero varía mucho de ejemplar en ejemplar. El pico empieza a volverse rojo poco a poco y el iris es totalmente rojo. También las bandas crema se vuelven más pálidas y se desgastan de manera variable, según el ejemplar.


Hembra adulta
Aquí ya la cosa cambia bastante. Las bandas de color crema han desaparecido (en todos los plumajes de adulto) y han aparecido numerosos puntos blancos, principalmente en las alas. El pico es rojo (excepto el culmen, que se mantiene negro, o al menos, oscuro), lórum negro y abundante rojo en supracobertoras caudales. El ejemplar de la foto ha mudado una terciaria, pero eso es tema de otra entrada centrada en su muda. Este plumaje de “hembra adulta” es el mismo a lo largo de todo el año, no pasando por plumajes alternativos destacables de ningún tipo.


Macho en eclipse
¿Un paseriforme en eclipse?, ¿pero eso no era sólo cosa de los patos y de los astrónomos? Pues no, también de los bengalís. O al menos creo que es la mejor manera de denominar este plumaje de transición de los machos. Este plumaje lo adquieren durante un corto periodo de tiempo que abarca (más o menos…) gran parte del otoño, el invierno y algo de primavera en algunos ejemplares (pero pocos). De hecho esto es un plumaje por el que no todos los machos atraviesan (pero si más del 95%). Este plumaje recuerda enormemente a una hembra, pero destaca un mayor colorido en general (mas viveza, porque el color en cierto modo es el mismo que para las hembras), patrón rojo de las supracobertoras caudales mucho más llamativo, y algunas plumillas de color rojo dispersas por el cuerpo que delatan su sexo y el plumaje que van a tener en época nupcial.


Macho nupcial
Et voila! Aquí el plumaje de bengalí de las tiendas, de los libros, de la imaginación de cualquier persona que piense en esta especie. Rojo, como su apellido. Este plumaje sólo afecta a los machos en época de celo (primavera, pero sobre todo, verano) y se caracteriza por un color general rojo magenta en todo el cuerpo excepto en las alas y la cola, que son pardas. También destacan las infracobertoras caudales y el vientre, que son negras (anaranjadas en las hembras) y multitud de motas blancas que delatan su origen exótico, pero que en nuestras latitudes le dan un aspecto ciertamente flamenco.


Y próximamente más entradas sobre esta pequeña y poco conocida especie.


Un saludo
CT

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