El anillamiento de aves es una herramienta para su estudio, mediante su captura incruenta y posterior suelta. Durante el manejo de éstas se toman una serie de datos, referentes a la edad y el sexo, medidas, peso, estado físico del ave, etc. Todo ésto sirve para un mejor conocimiento de las especies y por consiguiente se obtienen los fundamentos necesarios para su protección. La labor del anillamiento científico sólo puede ser realizada por personas suficientemente cualificadas y autorizadas legalmente.



martes, 24 de julio de 2012

Aguilucho Cenizo



Entrado ya el verano, con los calores del mes de julio y de principios de agosto, los aguiluchos cenizos empiezan a moverse por los campos cosechados como preludio de su pronta migración africana. Sin embargo no todos van a lograr conseguir realizar este periplo, ni siquiera una sola vez en su vida. Este año 2012, está siendo uno de los peores para la fauna en general que recuerdo últimamente. La escasez de lluvias ha hecho que gran parte de las aves acuáticas ni siquiera intenten la cría, ya que las lagunas están secas. En el caso del aguilucho cenizo, el intenso y adelantado calor veraniego hace que se adelanten las cosechas en los campos cultivados. Fruto de ello, numerosas parejas que han iniciado la cría, no son capaces de sacar adelante sus puestas o sus pollos recién nacidos, ya que tremendas hordas de aguiluchos son acuchillados cada año en nuestros cultivos al paso de la cosechadora. Este año, como comentaba, ha sido especialmente duro, ya que en nuestra población de estudio (Mancha conquense) no tenemos constancia de que haya completado con éxito la cría ninguna pareja (y son alrededor de 20!) En consecuencia, todas las fotos de esta entrada pertenecen a años previos, pero que sirven un poco para hablar del sexado y datado de los pollos de cenizos. Vamos allá.


Pollada de aguilucho con cuatro pollos y un huevo huero. Se aprecia una fuerte diferencia de tamaños fruto de una diferencia en el día de nacimiento. Las edades van desde los 10 días de ejemplar más grande, hasta los 5 del más pequeño. No es posible sexarlos hasta los 10 o 12 días de edad, y tampoco recomendamos anillarlos antes de esta edad.


Pollo hembra de unos 15 días. Se aprecia el color pardo del iris y la abundancia de plumón. Las plumas de vuelo y las rectrices aparecen a los 10 días, y a partir de esa fecha el pájaro empieza a rellenarse de plumas ocres y pardas en las escapulares, auriculares y pecho, especialmente, tal y como se aprecia en el ave de la imagen.


A la izquierda una hembra de aguilucho cenizo sexada en base al color pardo de su iris. A la derecha, su hermano, sexado por el color grisáceo de su iris. Ambos ejemplares cuentan con una edad de unos 20-25 días. Cabe destacar que hasta que no realizan su primera muda, ambos sexos no son distinguibles de manera fiable en base al color del plumaje, ya que como se aprecia en la foto ambos son de colores semejantes. El iris se usa para sexar a los cenizos mientras son jóvenes, de adultos no tiene sentido usarlo (ambos son amarillos), siendo útil este carácter durante unos pocos meses.


Hembra de aguilucho cenizo de unos 35-40 días de edad. Podría confundirse con un pollo de aguilucho pálido, pero las partes inferiores canela uniforme, la ausencia de collar destacable y las proporciones, asi como la fórmula alar descartan al pálido. 

El desarrollo para rapaces de tamaño semejante es parecido al mostrado aquí para el cenizo, si bien el modo de sexado es diferente dependiendo de la especie de que se trate.


Y aquí la parte negativa de todo esto. Dos hermanos de unos 20-25 días matados a palos por un lugareño. Ambos ejemplares estaban marcados y el nido estaba convenientemente señalizado para la cosechadora. Sin embargo “el cosechador” (o como se llame) dejó una parcela de tamaño mínimo para que el agricultor perdiese el menos dinero posible. En consecuencia, el nido (el pequeño rodal del fondo) actuó como foco de atracción para el autor de la fechoría. En fin, la España profunda.

Un saludo
Carlos Talabante

Fotos: Alberto Larrán y Alejandro Aparcio

2 comentarios:

Miguel dijo...

lo de ALGUNOS agricultores es la leche: dicen que no dejan más superficie sin cosechar porque pierden dinero... luego resulta que, como llenan los remolques de grano hasta los topes para tener que hacer tres viajes al granero en vez de cuatro y así ahorrar cuatro perras en combustible, se van dejando caer el grano por el camino cada vez que pillan baches... quiero decir: seguro que pierden más dinero en el grano que van perdiendo por el camino que en rodal que dejan sin cosechar...

lo del paisano que apalea los aguiluchos no hace falta ni comentarlo... acaban con las "alimañas" que controlan las plagas y así pasa, que luego hay explotaciones demográficas de topillos, etc.... pero no pasa nada porque de eso tampoco tienen ellos la culpa, sino los ecologistas que los sueltan (incluso desde helicópteros)...

en fín!!!

enrique dijo...

los agricultores no saben que estos les ayudan contra plagas, como las de ratones.
no nacen con cabeza nacen con pelo